Breve relato escrito en medio de una tertulia cuasiorgiastica cuando, entre el fondo de las risas y botellas chocando unas a otras, una cancion evocadora surgió, haciendo que mis manos bailaran en un lienzo virtual a pesar de las peticiones de guardar el "cuaderno"....
La lluvia cae como caen mis fluidos orgásmicos cuando hacemos el amor en esas majestuosas tardes donde nuestras almas se buscan y unen con la locura que solo la necesidad de los verdaderos amantes provoca.
Al escuchar de fondo a Sinatra cantando de esa manera tan erótica, me es inevitable pensar en tus labios carnosos besando mis manos, brazos y piernas; y siento las ganas de tener a tu juguetona lengua paseando por mi clítoris, bajando entre mis labios menores hasta llegar a la entrada que con ansias se abre esperando a tu miembro henchido por la pasión.
Sabes que te amo, aunque lo haga muy a mi manera. Que te deseo aunque me resista y que en mis sueños más húmedos son tus manos las que me moldean. Eres el dueño de mi virginidad verdadera, aquella que se pierde solo cuando se hace el amor y no cuando se folla por mera calentura veraniega.
Desearía que bajo esta lluvia estuvieramos corriendo tu y yo, como los dos niños que siempre seremos; y que lleguemos hasta ese eterno aposento donde te conviertes en el dios al que mi lengua venera y al que mis caderas le bailan.
Pero he de llegar, te he de besar y te he de decir que eres la persona que deseo tener a mi lado para toda la eternidad, aunque tú sigas dudando de mi amor a lo bestia.
By E. Malerige
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