yo no quiero destruirte, antes bien quiero construir contigo...has sido tú el causante de que mi mente volviera a soñar cosas lindas, y que no tuviera yo que depender de pastillas de alegría para poder sonreir.
yo no quiero beber tu sangre, quiero ser la tierra para tu semilla...has sido tú la fuente de mis anhelos, las ganas de heredar un futuro y de marcar una diferencia con el común de la gente en un aspecto positivo.
yo no quiero desmembrarte, quiero que me abraces....has sido tú quien me ha brindado el amor más perfecto, quien me ha hecho descubrir que mi corazón también sirve para amar a lo bestia, y tiernamente, fervorosamente, profanamente, conamente (sé que esta última palabra no existe en el diccionario, pero bien conoces su significado en nuestro vocabulario).
yo no quiero insultarte, quiero dedicarte mil poemas de amor...has sido el culpable de que ya no escriba tanto como antes, y es que no le sé escribir al amor cosas hermosas sino grotescas, o poemas de besos en lugar de lamentos en largas cadenas; pero no importa si nunca más vuelvo a escribir mientras tú seas la causa.
yo no quiero burlarme de ti, quiero seguir sonriendo contigo...y perdón si a veces no paro de reir cuando bailas para atrás, o si no puedo quedarme callada cuando dices algo mal, pero espero sepas apreciar que has sido tú quien me ha hecho dejar de lado mi caracteristico orgullo, para poder entregarme a ti sin medida y sin condicionar.
yo no quiero que seas un dulce recuerdo...quiero que seas mi eterno presente con todo lo que eso conlleve....aunque la miel y las hojuelas de pronto escaseen, y en su lugar tengamos un tanto cuanto de pica pica con hiel para almorzar refunfuñando. Lo delicioso de pelearnos es precisamente la forma en que nos reconciliamos.
yo no quiero...no te quiero...yo te amo